En nuestro reciente viaje a la Toscana hicimos una visita a la ciudad de la Torre Inclinada. Por precio nos interesaba volar hasta Pisa y desde allí movernos en tren hasta Florencia, y ya que estábamos aprovechar para dar un paseo por Pisa para conocer sus famosos edificios.
Para este viaje no nos preparamos apenas nada sobre qué hacer en el destino pues nos apetecía ir con más calma y disfrutar de lo que nos fuera ofreciendo cada ciudad, por lo que apenas sabíamos qué ver en Pisa salvo la torre y demás edificios de la Plaza de los Milagros. Además varias personas nos habían comentado que Pisa no es una ciudad que tenga muchas más cosas interesantes que ver, por lo que en un paseo de un par de horas podíamos tenerla vista de sobra.
Pero nada más lejos de la realidad, Pisa no es Roma, ni Venecia, ni Florencia, no llega al nivel de otras ciudades italianas, pero es una ciudad con encanto y en la que merece la pena pasar al menos un día conociendo sus rincones que van más allá de la famosa plaza.
La Plaza del Duomo o Piazza dei Miracoli, el centro de Pisa
La Piazza del Duomo, también conocida como Piazza dei Miracoli, es el centro neurálgico de la ciudad, allí es donde están casi todos los turistas y pasas de la tranquilidad de las calles cercanas a la locura de miles de personas fotografiándose con la Torre de Pisa tras ellos, haciendo todo tipo de posturas en las que parece que están sujetando la torre, apoyados en ella, o incluso otras que no voy a mencionar aquí. Si te gusta fotografiar personas, te encantará este lugar.
Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1987, el conjunto monumental de la plaza es una zona amurallada en pleno centro de la ciudad. Llama la atención que gran parte de la plaza está cubierta de césped, lo que hace resaltar aún más los edificios que componen el conjunto del Duomo. En el exterior de las murallas se concentran puestos de souvenirs, comida y bebidas de todo tipo.
En un lateral de la Plaza del Duomo están las taquillas donde se pueden adquirir las entradas para los distintos edificios del complejo. Nosotros optamos por visitar el Baptisterio y la Catedral, puesto que había mucha cola para subir a la Torre Inclinada y ya no íbamos a tener tiempo de ver nada más.
Los edificios de la Piazza del Duomo son:
El Baptisterio de San Juan Bautista
Por fuera no parece que vaya a ser gran cosa, marmol gris como el resto del conjunto y la forma clásica de un edificio de estas características, con la peculiaridad de que está también ligeramente inclinado. Sin embargo se trata del Baptisterio más grande de Italia con una circunferencia de 107,25 metros y, aunque no lo parezca, es más alto que la torre inclinada. El interior es sobrio pero impresiona por su gran tamaño.
La Catedral de Santa María Asunta
La Catedral de Pisa fue sin duda el edificio que más me sorprendió de todos, en parte por no esperaba nada especial en su interior. Se comenzó a construir hace casi mil años aunque con el paso de los siglos ha sufrido varias diversas ampliaciones y modificaciones, especialmente tras un grave incendio sufrido en el año 1595.
El exterior es llamativo por su marmol gris salpicado de piedra blanca y mármoles coloreados, además de por las estatuas y detalles que adornan las columnas y esquinas.
Pero lo realmente bonito de la Catedral de Santa María Asunta es su interior, con un impresionante mosaico de Cristo rodeado por la Virgen y San Juán Evangelista que milagrosamente sobrevivió al incendio. También destacan las enormes columnas de granito y las estatuas que adornan todo el conjunto, su artesonado de madera, además de una cierta influencia musulmana en algunos detalles.
Aunque no lo parezca, también tiene una cierta inclinación, como el Baptisterio, la Torre Inclinada, y algunos otros edificios repartidos por la ciudad.
La Torre Inclinada de Pisa
La Torre inclinada es el campanario de la Catedral. Se trata del edificio más conocido de Pisa, y uno de los más famosos de toda Italia. Durante varios años ha estado cerrado al público pues existía un riesgo real de que terminara cayendo, por lo que han sido necesarios años de intervenciones para lograr estabilizarla y evitar que el peso de los visitantes contribuya a su deterioro.
En la entrada del museo, junto a las taquillas donde comprar las entradas para visitar todo el recinto, se puede ver un vídeo donde explican con todo detalles los problemas que tenía el edificio y las soluciones arquitectónicas realizadas para restaurarlo.
El Campo Santo
También llamado Camposanto viejo o Camposanto monumental, está rodeado por un conjunto de arcos y frescos que resultaron muy dañados durante la Segunda Guerra Mundial, y a día de hoy aún se está restaurando en un proceso que llevará años. Además de subir a la Torre, cosa que no pudimos hacer, me habría gustado entrar a este curioso cementerio.
Cuánto cuestan las entradas para la Torre Inclinada de Pisa, la Catedral o el Baptisterio
Subir a la Torre Inclinada cuesta 18 euros. Al comprar la entrada, te asignan una hora de subida en la que dispondrás de 30 minutos para subir sus 300 escalones y disfrutar de las vistas, que sin duda han de ser espectaculares, aunque casi seguro tendrás que esperar dos o tres horas para poder subir. También es posible comprar las entradas anticipadamente por internet al precio de 20€.
Las entradas para el resto de edificios cuestan 5 euros cada una, aunque si compras más de una el precio se reduce, pudiendo comprar dos por 7 euros, tres por 8 euros, o cuatro por 9 euros.
La entrada a la Catedral de Pisa es gratuita.
Los otros edificios a los que se puede acceder comprando entrada y que no he comentado arriba son: Museo delle Sinopie y Museo dell’Opera.
Qué ver en Pisa además de la Plaza del Duomo y la Torre Inclinada
Está claro que lo más importante que ver en Pisa está en la Plaza del Duomo, pero si tenemos tiempo es más que recomendable dar una vuelta por el centro de la ciudad para poder descubrir algunos de sus encantos menos conocidos. Estas son algunas de las cosas que no nos podemos perder si vamos de viaje a Pisa:
La Piazza dei Cavalieri, que es la segunda plaza más importante y más visitada de Pisa por la belleza de los palacios que allí se encuentran.
También podemos dar un paseo por la orilla del Río Arno, el mismo que atraviesa Florencia, hasta llegar a la pequeña iglesia de Santa María della Spina.
Ir a pasear por el Jardín Botánico de Pisa, un pequeño y colorido pulmón verde en el centro de la ciudad.
Caminar por sus calles contemplando las bonitas fachadas de los edificios de la zona antigua.
Y si tenemos coche, salir de la ciudad para visitar la Basílica de San Piero a Grado.
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Cómo llegar del Aeropuerto de Pisa al centro de la ciudad
Nada más salir de la terminal del Aeropuerto Internacional Galileo Galilei, hay varias paradas de autobús que llevan a la ciudad. Lo ideal puede ser tomar el bus que lleva a la estación de ferrocarril de Pisa Centrale, donde hay consignas en las que dejar tu maleta si estás de paso. Desde la estación a la Plaza del Duomo tan sólo se tardan unos 20 minutos caminando por bonitas calles peatonales. Los autobuses circulan aproximadamente cada 10 minutos. También es posible ir en tren desde el aeropuerto hasta la Estación Pisa Centrale.
Desde la Estación Pisa Centrale nosotros tomamos un tren para ir a Florencia, que era el destino principal de nuestro viaje.
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2 Comments
Patri (la cosmopolilla)
Qué bueno, me encantan esas fotos de gente haciendo como que sujeta la torre (qué bobos somos je je je). He estado un par de veces en Pisa, siempre de paso (hacia Florencia o Cinque Terre) y he de decir que a mí la ciudad me parece que tiene su gracia, y además me comí los gnoccis más ricos que he comido nunca en una trattoría escondida tras la estación de tren 😉
Un abrazo de la cosmopolilla
Victor Ferrando
La verdad es que es un lugar ideal para fotografiar a la gente haciendo posturitas, a mi es algo que me encanta 😀
Pisa tiene su encanto, no tiene muchísimas cosas que ver pero yo considero que merece la pena al menos pasar un día paseando por las calles. Y sí, se come bien y barato! Yo también encontré un pequeño local con una terracita escondida en una callejuela entre la estación y el río, y me encantó.
¡Deseando ya planear un nuevo viaje a Italia! Un abrazo.