Tenerife

Resulta curioso que hasta enero de este año nunca había puesto mis pies en una isla, entre otras cosas porque por alguna razón que ahora no acabo de comprender no me llamaban la atención, pero desde que a principios de año tuve la suerte de conocer Mallorca mi idea sobre las islas cambió por completo, así que cuando me dijeron que a finales de junio iba a conocer Tenerife no me lo podía creer, sabía que me iba a gustar, y así ha sido.

Nuevamente gracias a un blogtrip he podido conocer un destino de nuestro país que hasta ahora desconocía, y la experiencia ha sido sobresaliente. Aunque a diferencia de otros blogtrips a los que he ido, en Tenerife no me iba a juntar con bloggers que ya conocía, ni íbamos a ser un grupo grande. Tan sólo éramos Chefi, periodista y blogger en La Chica de la Ciudad; Álvaro, blogger en Diario del Viajero; y Ana, de la agencia de comunicación Globally, quien se encargó de organizar el viaje y de que disfrutásemos al máximo en todo momento.

Salimos de buena mañana de Madrid con dirección a Canarias en un vuelo de Iberia Express, que llegaba al Aeropuerto de Tenerife Norte sobre las 10:30. Allí nos esperaba Carlos, el guía que nos acompañó casi todo el viaje y que nos dio amplísimas explicaciones de todo lo que vimos esos días, daba igual que habláramos de volcanes, plantas, ballenas, vino o fiestas populares, el se lo sabía todo.

La primera parada fue La Laguna, un pueblo con ambiente universitario y carácter colonial cuyo casco histórico está declarado Patrimonio de la Humanidad, comenzando en la Plaza del Adelantado fuimos recorriendo algunas de sus calles admirando sus bonitas casas y palacios de coloridas fachadas, vimos un precioso patio canario y la fachada de la Catedral de la Laguna.

Casco Histórico de La Laguna Tenerife

Casco Histórico de La Laguna Tenerife 2

Luego fuimos a visitar la Casa del Vino La Baranda, en El Sauzal, donde nos hablaron de la tradición vinícola en la isla y un montón de anécdotas históricas. Es un sitio muy recomendable si visitas el norte de Tenerife. Luego comimos allí mismo acompañados de Tatiana, de Turismo de Tenerife.

Casa del Vino La Baranda Tenerife

Casa del Vino La Baranda Tenerife 2

Tras la comilona nos acercamos a La Orotava, un bonito pueblo cuyo casco antiguo está declarado Monumento de Interés Artístico Nacional, situado en un valle de plataneras y en el que pudimos conocer la celebración del Corpus Christi, con un gran tapiz multicolor de arenas volcánicas que cubría la Plaza del Ayuntamiento y muchas calles cubiertas con un manto de flores y arena formando una bonita alfombra que recorre gran parte del centro. También conocimos la Casa de los Balcones, donde se elaboran y venden artículos artesanales y hay un patio muy bonito.

Casa de los Balcones en la Orotava Tenerife 2

Casa de los Balcones en la Orotava Tenerife

Acabada la visita a La Orotava pusimos rumbo al Parque Nacional del Teide, que es una de las cosas que más me ha gustado en este viaje a la isla de Tenerife. En apenas una hora pasas de estar en la orilla del mar a más de 2000 metros de altura, del calor húmedo a un clima seco, del verde al desierto, y realmente impresiona cuando llegas arriba, a la zona de las Cañadas del Teide, y ves ese gran volcán frente a ti, sabiendo que está dormido, que no va a explotar, pero que no está muerto, y de repente te entran ganas de acercarte a el y subir a lo más alto para asomarte a su cráter. Pero eso tendrá que esperar al próximo viaje.

Parque Nacional del Teide Tenerife

Nos alojamos en el Parador de Las Cañadas del Teide, un alojamiento que me encantó tanto por su ubicación privilegiada como por la calidad de sus instalaciones y servicios. Tras un rato de descanso cenamos, en el mismo parador, y después nos reunimos con los chicos de Discover Experience quienes nos llevaron a ver algo mágico: La increíble cantidad de estrellas que se pueden ver en un lugar alto y con un cielo tan despejado como el de Tenerife. Es sencillamente espectacular.

Detalle de Bienvenida en el Parador de las Cañadas del Teide Tenerife

Papas Arrugas Tenerife

Cuando los ojos se aclimataron a la oscuridad y fuimos conscientes de todo lo que nos rodea allí arriba, en el espacio, nos quedamos con la boca abierta. Y eso que la astronomía es una afición que me viene desde pequeño, y no es la primera vez que contemplo la Vía Láctea con claridad, o los Anillos de Saturno a través de un telescopio, pero es algo que siempre me pone los pelos de punta.

Observación de estrellas en el Parque Nacional del Teide Tenerife

Al día siguiente desayunamos con calma para afrontar un día de lo más interesante. Para empezar fuimos a conocer los Roques de García, unas formaciones de origen volcánico, como todo lo que hay en la isla, que han quedado plantadas en mitad de las Cañadas, en lo que antiguamente fue un volcán de mucho mayor tamaño y del que ahora sólo queda un enorme cráter, en el que se encuentra el parador, y en el que nos encontrábamos nosotros. Pero volviendo a los Roques, esas grandes piedras en mitad de la nada resultan ser mucho más famosas de lo que a primera vista parecen, pues durante muchos años estuvieron muy presentes en nuestras vidas al ser parte de los antiguos billetes de 1000 pesetas.

Parador de las Cañadas del Teide Tenerife

Roques de García Tenerife 2

Roques de García Tenerife

De repente una marabunta de autobuses llenos de turistas llegó a los Roques de García, por lo que nos apresuramos a hacer las últimas fotos antes de que fuera totalmente imposible. Aunque he de reconocer que cuando todo se llena de turistas también puedes hacer fotos curiosas, pues sin quererlo posan para ti mientras están posando para quien les fotografía, dando como resultado una foto como esta.

Turistas en los Roques de García Tenerife

A continuación fuimos al centro de visitantes, donde pudimos ver unos cuantos lagartos y un interesante e inquietante vídeo acerca de la historia volcánica de la isla donde descubrí con sorpresa que existen una gran cantidad de pasadizos subterráneos que se adentran varios kilómetros en las entrañas de la tierra para obtener agua potable. También me habría encantado poder encontrarme con los Tajinastes en flor, pero en la época en la que hemos ido ya apenas quedaba alguno con escasas florecillas.

Paisajes desérticos Tenerife

Paisajes desérticos Tenerife 2

La siguiente parada sería Santiago del Teide. De camino fuimos parando varias veces en miradores para hacer fotos del volcán desde diferentes perspectivas, y de los paisajes áridos que nos rodeaban, como el que vimos en las Minas de San José. Hasta que en la última parada nos encontramos nuevamente con las zonas verdes, y con el Mar de Nubes, un fenómeno meteorológico curioso que durante nueve meses cobre una parte de la isla dejándola sin vistas al volcán durante gran parte del tiempo.

Mar de nubes en Tenerife

Mar de Nubes Tenerife 2

En Santiago del Teide cogimos un barco para ver ballenas y delfines, además de contemplar los impresionantes Acantilados de los Gigantes desde el mar y comer en un sitio mágico. Pero esto y el resto del viaje a Tenerife mejor lo dejo para una la segunda parte.

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