Laguna de Uña en Cuenca - Un lugar con encanto en la Serranía

Laguna de Uña

Horario: Libre.
Precio entrada: Gratuita.
Duración mínima visita: Media hora.
Dirección: Uña, Cuenca.
Aparcamiento: Fácil y gratis a la entrada del pueblo.
Valoración: Si estás cerca merece la pena.

Aprovechando el día, tras visitar la Ciudad Encantada con la gran sorpresa de encontrarla nevada, decidimos seguir por la carretera que une Cuenca con Teruel hasta llegar a la pequeña localidad de Uña. Allí, me habían comentado que hay una pequeña laguna que merecía la pena fotografiar, la Laguna de Uña, y no estaban equivocados.

Uña es un pequeño pueblo de apenas 120 habitantes dentro del Parque Natural Serranía de Cuenca, cuyo principal atractivo es la laguna que lleva su nombre. Esta se llena de aguas provenientes del Arroyo del Rincón, y de un pequeño trasvase desde el Pantano de la Toba.

Se trata de una laguna originariamente natural, pero se amplió el dique natural que retenía el agua para dotarla de mayor capacidad, multiplicándola por cinco, por lo que se podría decir que es artificial. Posteriormente el agua discurre por un canal que abastece una central hidroeléctrica situada en el paraje conocido como El Salto, y acaba en el Júcar. Este paraje tenía también buena pinta y seguramente lo visitaré pronto.

Fue declarada Refugio de Fauna en el año 1988, y en los alrededores se pueden divisar gamos, ciervos, jabalíes, y gran cantidad de aves como patos, cigüeñas y buitres.

Parece que te encuentres a kilómetros de cualquier zona habitada, pero estás completamente pegado al pueblo.

Para rematar la mañana, comimos en el Restaurante Zaballos, que está justo frente a la laguna, y en el que pudimos degustar algunos platos típicos de la gastronomía manchega a un precio bastante razonable.