En Madrid hay de todo, o casi de todo. Pero como en toda gran ciudad hay sitios increíbles que inexplicablemente no están entre los más visitados de la ciudad. En esta ocasión hablo del Jardín Botánico de Madrid, uno de estos lugares que visitamos de pequeños en el colegio y al que la mayoría no volvemos en la vida porque total, son arboles y flores parecidos a los que te encuentras en cualquier jardín. Y vale, tal vez esa forma de pensar no diste demasiado de la realidad pero, al menos en este caso, y sobretodo siendo primavera, se trata de una visita realmente especial.
El Jardín Botánco de Madrid es un lugar perfecto para desconectar de la ciudad sin salir de ella, ya que se encuentra en pleno centro de Madrid, entre la estación de Atocha, el Museo del Prado y el Parque del Retiro. Entrar en el Jardín Botánico supone salir del mundanal escándalo de coches, motos y autobuses que circulan por las grandes avenidas de la capital, para introducirse en un amplio espacio lleno de paz y tranquilidad.
Recorrerlo todo puede llevar un par de horas fácilmente, y si te paras a admirar las flores y fotografiar todo lo que se te ponga delante, te puedes pasar toda la mañana. Justo cuando fuimos era la época del tulipán, de ahí el título de «explosión de color», ya que justo a la entrada llamaba muchísimo la atención ver cientos, tal vez miles de estas flores de todos los colores. La anécdota graciosa de la mañana fue cuando nos tocó salir corriendo para refugiarnos del granizo en el invernadero.
El Jardín Botánico de Madrid se crea junto a los Jardines de Aranjuez de la mano de Felipe II. Más tarde, en el año 1755, Fernando V decide trasladarlo a la capital, ubicándolo en la zona de la actual Puerta de Hierro, creando el Real Jardín Botánico. Pero su llegada a la ubicación actual en el Paseo del Prado se produce con el monarca Carlos III, quien lo dota de espacio suficiente para albergar la gran cantidad de especies existentes en su interior. Además serviría como símbolo de mecenazgo de la Corona con las artes y las ciencias.
Aparte de todos los temas de investigaciones científicas, que enumerarlos sería larguísimo, cabe destacar la belleza de los paseos, con sus fuentes, estatuas, e infinidad de plantas, arboles y flores, además de los invernaderos, donde encontramos desde cactus hasta plantas carnívoras.
Cuándo es la mejor época para visitar el Jardín Botánico de Madrid
Sin duda en primavera, pues todos los árboles y plantas florecen, transformando el jardín con una verdadera explosión de color. Aunque en otoño también es un lugar precioso pues muchos árboles cambian de color, convirtiendo de nuevo el jardín en algo diferente gracias a los colores rojizos o marrones de los días previos a la llegada del invierno.
Datos prácticos del Jardín Botánico de Madrid
Horario: El horario de apertura del Jardín Botánico es de lunes a domingo a las 10:00h. El horario de cierre depende de la época del año:
Noviembre a febrero: 18:00h.
Marzo y octubre: 19:00h.
Abril y septiembre: 20:00h.
Mayo a agosto: 21:00h.
Precio entrada normal: 3€.
Duración mínima visita: Dos horas.
Dirección: Plaza de Murillo 2, Madrid.
Aparcamiento: Muy céntrico, recomendable ir en transporte público.
Valoración: Imprescindible.
Web: Jardín Botánico de Madrid
Dónde está el Jardín Botánico de Madrid
Puedes ver más fotos de Primavera en el Jardin Botánico de Madrid en la galería de Flickr
4 Comments
Ana
Felicidades!!!!!!! Ya sabes que las demás me encantan, pero esta…. al menos para mi, la mejor, las fotos, los colores, y las palabras, lo has bordado 😉 Un beso!
Victor Ferrando
Gracias! Sabía que te iba a gustar 🙂
Laura
Buscando cosas de los madrileños para un trabajo que me toca hacer en el instituto he dado con esta página y me ha maravillado. Felicidades. A los marcadores del navegador!.
Victor Ferrando
Vaya, muchísimas gracias! En breve retomo el blog con todas las escapadas de este verano, que no han sido pocas 🙂
Un saludo!