La Catedral de San Salvador o Sint-Salvatorskerk en Brujas fue una de las primeras paradas en nuestro viaje a Bélgica, y una de las que deben estar en cualquier lista de cosas que ver en Brujas.
No esperábamos que el interior de las iglesias belgas nos resultara tan interesante como lo ha sido, especialmente en lo que a vidrieras se refiere, pero también en muchos otros detalles que encontramos en su interior.
Al contrario de lo que sucede con el resto de edificios históricos que hemos visitado en el país, esta Catedral no es tan antigua como cabe pensar. El conjunto tal y como se conoce ahora apenas tiene algo más de siglo y medio de vida, ya que la iglesia principal o catedral de la ciudad era la de San Donatius, en la Plaza Burg o Plaza del Ayuntamiento.
A partir de la independencia de Bélgica, un nuevo obispo quiso que la iglesia de San Salvador fuera la nueva catedral de la ciudad, por lo que encargó una serie de construcciones en torno a la torre, que data de finales del siglo XII.
Un incendio destruyó en 1839 por completo el techo de la iglesia, por lo que tampoco se conservan sus techos originales. El encargado de las reformas fue el arquitecto inglés William Chantrell, quien además de reponer los techos y proyectar nuevas ampliaciones, se encargó de hacer la torre mucho más alta, pero dejando la cima plana, cosa que no gustó a los habitantes de Brujas que posteriormente forzaron que tuviera la actual aguja gótica.
El exterior no es excesivamente llamativo, sin embargo el interior esconde una gran cantidad de obras de arte y detalles de gran belleza, muchos de ellos traidos de la anterior catedral de San Donatius. Destacan los tapices que decoran la nave central y la sillería del coro. También llama mucho la atención la decoración del altar mayor, así como una escultura de Diós Padre tallada en mármol blanco que se encuentra bajo el órgano.
Muy recomendable es también la visita al Museo Catedralicio.
Aquí puedes contratar Tours para ver la ciudad y otras excursiones cercanas Gante, y mucho más
4 Comments
Alícia Bea
La Catedral de San Salvador es una maravilla. A mí lo que más me gustó fue el órgano y, por supuesto, las espectaculares vidrieras. ¡Preciosas fotografías!
Victor Ferrando
Sinceramente, no esperaba que fuera para tanto, y menos viéndola por fuera, pero por dentro es una pasada. Igual me pasó con las de Gante y Bruselas, no tienen mucho que ver con las que vemos en España y realmente me gustaron mucho.
Muchas gracias Alicia! 🙂
Edu y Eri
Vaya fotacas! Aunque hace ya cinco años que fuimos a Brujas, todavía nos ponemos tontitos al acordarmos de lo que sentimos al ver las vidrieras de la catedral. Casi se nos cae una lagrimita! 😀
Victor Ferrando
Jajaja, es que la ciudad mola mucho, la verdad. Nosotros hemos vuelto enamorados sobretodo de Brujas y Gante.
Gracias!! 🙂