Ría de Bilbao

Siempre he escuchado que Bilbao es una ciudad gris, sin color, húmeda y lluviosa. Los dos últimos adjetivos no se pueden negar, desde luego, el clima es bastante húmedo y llueve con frecuencia, pero sobre los dos primeros discrepo completamente, y es que en las dos veces que he visitado la ciudad he podido hacer fotos realmente coloridas, con mucha vida y que realmente me han gustado mucho.

La primera vez que estuve en la ciudad, un fin de semana a finales de agosto de 2013, tuve algo de lluvia aunque el sol me acompañó durante la mayoría del tiempo, haciéndome sudar bastante cuando decidí subir los más de 230 escalones de San Juan de Gaztelugatxe. La segunda vez, durante la pasada Semana Santa, tan solo estuve unas horas tras disfrutar de unos días en Cantabria, unas horas muy intensas en las que volví a fotografiar algunos de los rincones más bonitos de la ciudad a pesar de la incesante lluvia que nos acompañó durante casi todo el tiempo, y que decidió amainar cuando ya se acercaba la hora de partir hacia Madrid.

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

¿Qué ver en un día de lluvia en Bilbao?

La respuesta a esta pregunta es clara: Se puede ver absolutamente todo igual que cualquier otro día, aunque es cierto que acabé empapado pero sabía que no podía dejar escapar la opción de fotografiar Bilbao bajo la lluvia. Obviamente tampoco diluviaba pero caían algo más de cuatro gotas, a ratos más o menos en el límite entre lo molesto y lo insoportable, y otros ratos algo menos molesto.

Está bien, no voy a negar que el típico cielo con nubes blanquecinas no es agradable para fotografiar una ciudad, pero un cielo con buenas nubes convierte un día feo en un abanico inmenso de posibilidades fotográficas, sólo hay que saber aprovecharlo y, por supuesto, no quedarse en casa o en el hotel por este motivo.

A pesar de la lluvia, Bilbao cuenta con una paleta de colores para todos los gustos, que en contraste con el gris del cielo y del ambiente que se respiraba bajo el agua resalta casi más que con el cielo azul. Y no es que no me gusten los cielos azules, me gustan como a casi todo el mundo, pero no me cansaré de repetir que unas buenas nubes dan mucho más juego que un cielo despejado, especialmente por la ausencia de sombras y contrastes muy duros entre zonas iluminadas y oscuras.

Qué ver en un día de lluvia en Bilbao

Qué ver en un día de lluvia en Bilbao

Qué ver en un día de lluvia en Bilbao

Qué ver en un día de lluvia en Bilbao

Qué ver en un día de lluvia en Bilbao

Tan sólo hay que jugar un poco con los ajustes de la cámara para que el sensor perciba la luz y el color que nosotros vemos, que es diferente al de un día soleado, y ponernos a jugar con lo que nos ofrece esa lluvia: Gente corriendo, paraguas de todos los colores y charcos reflejando árboles o edificios. Si disparas en manual, busca una combinación de ajustes que permita captar más luz y un balance de blancos para días con nubes. Un disparo lento te llenará la foto de sensación de lluvia cayendo del cielo pero te puede mover todo lo demás, sin embargo un disparo rápido pero captando mucha luz te dará seguramente mejores resultados.

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Todo depende de lo que quieras conseguir y de la velocidad a la que se mueva lo que tengas alrededor. Mi configuración preferida en estos casos suele tener un f7.1, ISO100, y tiempos cortos, aunque como digo no siempre es lo mejor y ser capaz de modificar estos parámetros sobre la marcha cuando ves una situación concreta que requiere más luz o un disparo más rápido permite ampliar las opciones de sacar buenas fotos.

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Volviendo a Bilbao y su cielo gris, el paseo fotográfico empezó en el Guggenheim, como no podía ser de otra forma, fotografiando los alrededores del edificio entre los que están la Araña y el famoso perro Puppy. Tras cruzar el enorme Puente de La Salve y fotografiar los alrededores del museo y las bonitas vistas desde lo alto por los dos lados volvimos dirección al centro. Aunque el museo es realmente interesante la idea era callejear durante unas horas así que lo dejamos para otra ocasión.

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao 6

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao 7

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fuimos caminando hasta la Plaza de Euskadi y desde allí entramos al Parque de Doña Casilda de Iturrizar, que estaba prácticamente desierto. Luego fuimos bajando por la Gran Vía Don Diego López de Haro hasta la Plaza de Don Federico Moyua y desde allí hasta la zona de Abando, aunque haciendo un pequeño alto en el camino para comer unos ricos pintxos en uno de mis sitios favoritos de Bilbao: El Globo.

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Tras los pintxos y los vinitos que los acompañaban, y aprovechando que la lluvia empezaba a ser menos fuerte, seguimos callejeando hasta reencontrarnos con la Ría del Nervión y el Teatro Arriaga. Desde ahí era imprescindible meterse al Casco Viejo y la zona de las Siete Calles, hasta acabar en la Plaza Nueva, pasando por la Catedral de Santiago de Bilbao y la Plaza de Miguel de Unamuno.

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Como me encantan los miradores, y puesto que ya subí anteriormente al El Mirador de Artxanda, decidimos subir a otro de los sitios desde donde se puede ver Bilbao desde las alturas: el mirador que hay en lo alto del Ascensor de Begoña, que por 90 céntimos hace un trayecto de subida y otro de bajada. Lamentablemente un poco después me enteré de que el ascensor iba a ser cerrado, desde el mes de julio y por un tiempo indefinido hasta que pueda ser de titularidad pública y gratuito.

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Cuando la lluvia empezaba casi a desaparecer iniciamos el regreso por la orilla de la Ría disfrutando del Paseo del Arenal y el Campo Volantín hasta llegar al Puente de Calatrava y desde allí de nuevo al principio de la ruta: el Guggenheim.

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

Fotografiando bajo la lluvia en Bilbao

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