Hace algún tiempo me dio por hacer un recorrido por los mercados de Madrid junto a una amiga, y fui al Mercado de San Miguel, que ya conocía de ir a tomar algo pero no había fotografiado. Pero con el segundo de la lista se me quitaron las ganas de seguir. Seguramente más adelante continue pero la experiencia en el Mercado de la Cebada no fue demasiado buena. Y ya hace algunos meses de esto, meses en los que he estado pensando si publicar algo o no, si hablar bien o mal, si ponerlos a parir o disimular, y al final he decidido simplemente contar, sin más, lo que pasó, que tampoco fue nada grave, pero creo es algo que no debería pasar.
Primero pongamonos en situación. El Mercado de la Cebada es el típico mercado de barrio, grande, con historia, que se encuentra en pleno centro de Madrid, en la llamada Plaza de la Cebada, en el popular Barrio de la Latina. Este mercado se construyó en el año 1868 y se reconstruyó por completo el 1958 tras ser derribado, supuestamente, por problemas de higiene y fallos estructurales. Estos problemas existían pero en lugar de solucionarlos se decidió destruir un bonito edificio de acero y cristal que hoy sería una joya.
Tras la reconstrucción, dejó de ser un mercado donde se centralizaban todos los productos que venían desde el oeste, entrando a Madrid por la Puerta de Toledo, a ser un mercado típico de barrio.
Y hoy en día, con los centros comerciales, las prisas, los alimentos preparados y la crisis, el Mercado de la Cebada está en plena decadencia y condenado a la desaparición. De hecho, el Ayuntamiento de Madrid aprobó hace algunos años un plan que modifica por completo la Plaza de la Cebada, que incluye el derribo del actual mercado y la construcción de un centro comercial, además de zonas deportivas, verdes y peatonales. En una primera fase se derribó un polideportivo que ha dejado un agujero que, a la espera de tener una utilidad, se ha convertido en una plaza improvisada.
Los comerciantes que tienen sus puestos en el Mercado de la Cebada mantienen una disputa con el Ayuntamiento de Madrid por el polémico proyecto. Es por esto que tienen una cierta hostilidad ante cualquiera que se introduzca en el mercado con una cámara y haga fotos como las haría cualquier turista en un mercado de cualquier ciudad. Supongo que esto es debido a que algunas de estas fotos han acabado en medios de comunicación y consideran esto atenta contra la privacidad de las personas que trabajan allí. No digo que no les falte razón, pero les pierden las formas.
Pero esto no justifica las faltas de respeto y amenazas que nos realizaron tanto a mi como a mi amiga. Por ejemplo, un dependiente de una pescadería nos exigió a gritos que borráramos todas las fotos que hubieramos hecho de su puesto advirtiéndonos de que si habíamos hecho alguna foto en la que salieran personas tendríamos problemas. En otro puesto de marisco se rieron de nosotros y en general durante todo el tiempo que estuve allí me sentí vigilado.
Una mujer de aspecto peculiar fácilmente reconocible por su pelo azul, tal vez la única persona amable que encontramos en todo el mercado, nos explicó ya casi cuando nos ibamos a ir que debíamos pedir permiso para hacer fotos y que posiblemente nos lo denegarían ya que la gente está muy molesta con los fotógrafos. Aun así fuimos a consultar y nos dijeron que teníamos que enviar una solicitud a la dirección de la Cooperativa de Comerciantes del mercado y ya veríamos. Sin comentarios.
Y para acabar me pregunto: ¿Acaso asaltar y amenazar a un turista que acude a un mercado a hacer fotos no es perjudicial para su imagen? ¿O a un blogger que quiere mostrar al mundo algunas de las cosas que considera interesantes de la ciudad donde vive o el lugar que visita? Pues bien, resulta que este mercado, que pretende batallar contra intereses urbanísticos, centros comerciales y especuladores, tiene gran cantidad de puestos cerrados, otros muchos no sé como sobreviven y, si continua vivo, es porque la crisis que vivimos ha frenado los proyectos que pretenden hundirlos, por lo que no entiendo esta hostilidad ante cualquier persona que no conozcan. Creo que actuar de esta manera solo los llevará al cierre, y no por derribo, sino por abandono de los compradores. La prueba es que un sábado, a las 12 de la mañana, apenas había gente comprando.
Podéis ver más información en el blog del mercado.
Obviamente, en el mercado podemos encontrar casi cualquier cosa: fruta, verdura, carne, embutidos, especias, pescado, marisco, y hasta vinos, licores y productos gourmet, pero todo esto parece no tener demasiada importancia a no ser solo que veas las fotos y no leas el texto, y esto lo convierte en un lugar de conflictos en vez de en un mercado. ¿Qué opinais?
Sigue todas las escapadas en Twitter, Facebook , Instagram o Google Plus. No te lo pierdas!
5 Comments
Vicente Ferrando
Cada uno defiende sus intereses como mejor cree, aunque para los demás esté equivocado. Indudablemente deben tener sus motivos para actuar así y quizá no acertemos a comprenderlos.
Para mi, ajeno a sus problemas, no actúan bien ya que se trata de espacio público aunque sus puestos sean privados pero…..
Yo tomo como referencia el Mercado central de Valencia, uno de los mejores de España, donde miles de turistas entran a diario y se hinchan a hacer fotos sin que nadie se lo impida ya que se están beneficiando de una publicidad gratuita puesto que luego estas fotos las ven sus amistades y preguntan de donde son y cuando ellos vienen a Valencia tambien visitan el mercado. En fin….ellos sabrán.
Vicente Ferrando
Lo que está claro es que no me parece correcto el trato que dices os dieron. Vosotros no sois los culpables de su situación. Ante todo educación.
Victor Ferrando
Pues es un espacio público pero gestionado por una cooperativa que en algún momento ha decidido prohibir que se hagan fotos en su interior, lo cual carece de sentido, pero bueno… son sus normas, ellos sabrán lo que hacen. Lo que no puede ser es que en lugar de explicarte amablemente sus motivos te griten y amenacen como si estuvieras robándoles. Lamentable la falta de educación, respeto y sentido común por parte de algunos de ellos.
JIASL
La situación de los fotógrafos es cada vez peor, todo el mundo tiene miedo y no permiten hacer fotografías en muchos sitios, a mi por ejemplo en el mercado de sellos y monedas de la plaza Mayor de Madrid, me han dicho a gritos algunas cosas desagradables, y lo bueno del todo es que es al aire libre y estaba haciendo fotos a los puestos, sin salir personas.
Victor Ferrando
Lo del mercado de sellos y monedas también tiene tela. Las pocas veces que he fotografiado algo por allí he pedido permiso y no me han dicho nada raro, pero sí me han comentado más personas lo mismo que tú. En fin, peor para ellos, pero es bastante lamentable que pasen estas cosas…