Teníamos pensado dedicar todo el jueves y la mitad del viernes a Gante, pero como ya comenté en el post de Brujas, le robamos unas cuantas horas por lo que teníamos algo menos de tiempo para ver esta ciudad, de la que nos habían hablado maravillas, y no es para menos. Es como una ciudad de cuento, pero sin el como. ¿Quieres saber qué ver en Gante? Pues sigue leyendo.
Comenzamos como casi siempre por ir a la Oficina de Turismo, donde también nos atendieron muy bien aunque en esta ocasión en inglés. Como teníamos previsto visitar una gran cantidad de monumentos y museos, y usar el transporte público lo máximo posible, tomamos la decisión de adquirir la tarjeta turística CityCard Gent que, por un precio de 25 euros, te permite entrar a la mayoría de museos y atracciones turísticas de la ciudad, así como moverte libremente en autobuses o tranvías durante dos días. También hay opción de comprarla para tres días por 30 euros.
La primera visita fue el imponente Castillo de Gravensteen, o Castillo de los Condes de Flandes. La entrada sin la CityCard Gent cuesta 8 euros. Este castillo de piedra oscura, situado en el mismo centro de la ciudad, muestra en su interior una buena cantidad de salas con exposiciones que nos dejan muy claro que en el pasado era un verdadero centro de tortura para prisioneros. Mazmorras y útiles de tortura de todo tipo son mostrados constantemente, aunque además puedes recorrer las salas donde habitaban los Nobles, pasear por sus gruesas murallas, y subir a la torre desde la que hay unas muy buenas vistas de la ciudad. Lástima de la niebla que nos acompañó el resto del viaje, especialmente en Gante.
Después del Castillo fuimos directos a ver los muelles de Trigo y de las Hierbas, con sus típicas casas llenas de historia que se reflejan en el canal. Seguro que habrás visto cientos de fotos de Gante desde este sitio, pero sentirlo en persona es totalmente diferente, es algo que hay que vivir. Acabamos el paseo en el puente de San Miguel, desde donde tomamos las clásicas fotos que todo visitante ha de tomar, tanto de las casas con sus reflejos, como de las tres grandes torres que dominan el cielo de la ciudad y que desde este punto se ven perfectamente. Una vez más, la niebla y las nubes se encargaron de echarnos al traste las fotos, que podrían haber sido mucho más bonitas.
Tratamos de entrar sin éxito a la Iglesia de San Miguel, que por alguna razón que desconocemos estaba cerrada, por lo que nos adentramos en el centro de Gante en busca de la Iglesia de San Nicolás, cuyo origen se remonta al siglo XIII. Nuevamente nos impresionó la belleza de su interior, su retablo y su órgano, son casi comparables a cualquier catedral de tamaño medio, a pesar de que la mayoría ha sido reconstruido durante el siglo pasado.
Como ya comenzaba a escasear la luz pero aun quedaba algo de tiempo hasta las 18:00, hora en que cierran los museos, nos encaminamos al Museo de Diseño de Gante. Se trata de un edificio moderno adosado a otro antiguo, en el primero hay dos plantas de exposiciones temporales y en las otras dos una exposición permanente de muebles y otros objetos de distintas épocas donde podemos ver la evolución del diseño en las últimas décadas. En la otra parte, la antigua, pasamos por varias salas que conservan la decoración original o de la época. La entrada a este museo cuesta 5 euros sin la CityCard Gent. Como curiosidad, toda la exposición está salpicada de «clicks de famobil» que encuentras donde menos te lo esperas… tremenda frikada que nos encantó!
Al igual que hicimos en Brujas, al caer la noche pasamos de ver monumentos o museos a visitar chocolaterías y cervecerías de Gante. Primero nos dimos una vuelta por el Patershol, un curioso barrio hasta hace unos años en plena decadencia y que ahora se ha convertido en uno de los más caros de la ciudad. Por sus calles encuentras restaurantes de todo tipo, especialmente turcos, aunque también hay japoneses, italianos, thailandeses y hasta españoles! Pero claro, no nos vamos a tomar unas bravas en Bélgica, no? Aunque estuvimos tentados de hacerlo.
Finalmente cenamos en un restaurante junto al gigantesco cañón Margarita la Loca, una mole de 12.500 Kg que, según nos contaron, compraron para disparar contra los Españoles siglos atrás pero que nunca pudo ser utilizado ya que la bola o bala salía sin apenas fuerza. Ahora está expuesto en la calle como una atracción más y su boca ha tenido que ser tapada para evitar que se llene de basura o que sirva de dormitorio improvisado para gente sin techo.
En el restaurante en cuestión, llamado Contrast, comimos un riquísimo sandwich con salsa boloñesa y un «Varkenshaasje met graanmosterd en seizoensgroenten», o lo que es lo mismo, un solomillo de cerdo con salsa de mostaza de Gante acompañado de croquetas de patata y verduras, que según nos dijo el dueño es típico de allí y está buenísimo! Todo acompañado de cervezas variadas. Luego continuamos la ruta cervecera en un garito muy recomendable: el Dulle Griet, cuyo nombre es el equivalente en neerlandés del nombre del enorme cañón que comentamos antes.
La noche la pasamos en el Aparthotel Castelnou. Muy bien situado no lejos del centro pero en un barrio tranquilo. Son estudios o apartamentos amplios y muy modernos con desayuno buffet incluido por, en nuestro caso, 79 euros. Estábamos tan cansados que no teníamos fuerzas ni para hacer una foto a la habitación. Al día siguiente en la recepción nos dieron también unos cuantos consejos muy útiles para movernos en autobús y sobre que sitios realmente merecían la pena ver por dentro y cuales no.
Mañana toca seguir visitando esta preciosa ciudad:
Gante – Ciudad de reflejos, luz y agua (2)
14 Comments
Marta A.
Qué preciosa es Gante!!! Y esos canales congelados… teníais que haber aprovechado para patinar un poquito!!! =)
Victor Ferrando
Sí que es bonita! Pero los canales no estaban tan congelados como para poder patinar 😛
Cristina E. Lozano
Veo que Gante sigue tan bonita como siempre. ¡Qué ganas me han entrado de repente de volver! Así igual yo también puedo entrar en el Iglesia de San Miguel 😉
Victor Ferrando
Tu que la conoces bien sabrás como entrar, nosotros no encontramos ninguna puerta abierta dentro del horario de apertura. Yo también tengo ganas de volver! 😀
nati
Me a encantado el post las fotos super bonitas aunque digas que habia niebla te han quedado geniales el lugar es precioso me voy a viajar a otro sitio jejejjjej
Victor Ferrando
Bueno, pero para algunas fotos habría sido mucho mejor el cielo azul, o con nubes oscuras, la niebla no me gusta nada para una ciudad, aunque la nieve sí le da un toque especial.
Gracias! 🙂
Dany
Que chula Gante toda nevada! Muy chulas las fotos del canal con los reflejos, es impresionante la calle que sale del puente con los tres grandes edificios en fila uno detrás de otro… Pronto me tocará a mi hablar sobre esta bonita ciudad, aunque antes le tocará a Brujas 🙂
Victor Ferrando
Es impresionante toda la ciudad! Espero tu post, yo ya publiqué el de Brujas! Ahora me toca Bruselas 😉
Gracias!!
Artabria
Impresionantes fotos e impresionante ciudad, qué ganas le tengo!! nevada se ve todavía más bonita 🙂
Victor Ferrando
Pues cuando vayas a ir me avisas y te cuento más cositas, también de Brujas o Bruselas! Es todo muy bonito la verdad.
Gracias! 🙂
Any
Preciosos reflejos Víctor, son geniales, todas, pero esas mis preferidas, besinos
Victor Ferrando
Cada uno tiene sus preferidas, ya imaginaba que las tuyas serían las de reflejos en agua 😀
Berbe
Cuando estuve en Gante nos perdimos y me quedó pendiente ver su castillo, tras ver tus fotos me lo apunto para este año cuando vuelva no dejar de verlo. Aunque no haya cielo azul opino lo msimo que el resto, nevado también tiene un tono encantador.
Victor Ferrando
El castillo es una pasada con nieve o sin nieve! En cuanto vuelvas no te lo puedes perder 😉
Saludos!