Spinalonga es uno de los lugares más especiales que se pueden visitar en la isla de Creta. En la actualidad no es más que una pequeña isla deshabitada, pero siglos atrás fue una gran fortaleza y más recientemente una importante leprosería.

Rodeada por las azules aguas del Mediterráneo, la isla fortificada Spinalonga alberga en su interior un pasado que merece la pena conocer. Aunque llegar hasta allí no resulte tan sencillo, pues Creta es una isla bastante grande y si se dispone de pocos días es complicado seleccionar qué lugares visitar.

Pero es muy recomendable llegar hasta la región de Lasithi y aprovechar para conocer esta zona de la isla, alojándose en pequeños pueblos pesqueros como Elounda o Plaka, o en la bonita Agios Nikolaos. Y desde allí navegar hasta la isla para conocer su fascinante historia.

Isla fortificada de Spinalonga
La isla de Spinalonga desde el barco

Isla fortificada de Spinalonga
Al finalizar la visita, el barco de regreso da una vuelta completa a la isla
Isla fortificada de Spinalonga
Las increíbles aguas del mediterráneo desde las murallas de Spinalonga

La gran fortaleza de la isla de Spinalonga

Para conocer la historia de Spinalonga hay que volver atrás en el tiempo, concretamente hasta el siglo XVI. En aquella época, los venecianos ocupaban Creta y la actual isla de Spinalonga estaba unida la llamada península de Spinalonga. Pero los venecianos se encargaron de separar la isla de Spinalonga de la península con mismo nombre.

Una vez Spinalonga fue una isla, la fortificaron hasta el punto de convertirla en casi inexpugnable. El objetivo fue defenderse de los frecuentes ataques de piratas, así como de los otomanos, quienes amenazaban constantemente con asaltar Creta.

A pesar de todo, Spinalonga terminó cayendo en manos de los otomanos en el año 1715, varias décadas después de que el resto de Creta fuese invadido.

Isla fortificada de Spinalonga
Fortaleza de Spinalonga
Isla fortificada de Spinalonga
Las murallas vistas desde el mar
Isla fortificada de Spinalonga
Nuevamente el bonito color de las aguas del mediterráneo junto a los muros

De fortaleza inexpugnable a leprosería

En el año 1904 los griegos expulsaron definitivamente al imperio otomano de sus tierras e islas.

A partir de ese momento, la isla de Spinalonga pasó de ser un lugar casi inaccesible a otro del que no se podía salir. Desde el momento en que fue convertida en leprosería, fueron cientos, o tal vez miles de personas, las que fueron trasladadas hasta allí cuando contraían lepra.

La letal y contagiosa enfermedad hizo que fuese necesario buscar lugares aislados para llevar a los enfermos. Seguramente es algo que en la actualidad suena muy cruel, pero fue la manera de evitar que causase aún más muertos en una época en la que se propagaba con demasiada facilidad.

Isla fortificada de Spinalonga
Subiendo a la parte más alta de la isla
Isla fortificada de Spinalonga
Paseando por sus calles mejor conservadas, donde está el hospital y algunas casas
Isla fortificada de Spinalonga
Una campana junto a la iglesia y el cementerio de Spinalonga

Spinalonga funcionó como leprosería hasta el año 1958. Desde aquel momento, las instalaciones de la isla se fueron abandonando poco a poco hasta que el último habitante de la isla, un sacerdote, la abandonó en el año 1962.

Durante muchos años la isla quedó en el olvido. Si sus pequeñas calles y sus ruinosas casas pudiesen hablar, contarían cientos de historias de batallas, sufrimiento y amor.

Isla fortificada de Spinalonga
Callejuelas de Spinalonga
Isla fortificada de Spinalonga
La mayoría de casas en Spinalonga están en estado ruinoso
Isla fortificada de Spinalonga
Otras casas en ruinas

Spinalonga en la actualidad, visitas y cómo llegar a la isla

Desde hace unos años, Spinalonga se ha convertido en el segundo lugar arqueológico más importante de la isla de Creta. Obviamente, el más importante de todos es la antigua ciudad de Knossos, lugar que también es indispensable visitar.

Tuve la suerte de poder conocer la mayoría de lugares interesantes de Creta, pues estuve 4 semanas en la isla. Entre ellos tenía claro que debía ir a Spinalonga, y no me arrepentí de hacerlo. Conocer la historia de este lugar es algo que nadie debería perderse en un viaje a Creta.

Isla fortificada de Spinalonga
Mapa de Spinalonga
Isla fortificada de Spinalonga
Más casas de las que solo quedan en pie sus muros
Isla fortificada de Spinalonga
Calles de Spinalonga

Dando un paseo de aproximadamente una hora podemos dar una vuelta completa a la isla. Durante ese tiempo podemos apreciar lo complicado que pudo ser invadir la isla cuando era una fortaleza. Del mismo modo, la vida de los leprosos en un lugar tan pequeño y del que no se podía salir tuvo que ser francamente dura.

En la actualidad, el estado de conservación de la fortaleza, así como de las casas y el antiguo hospital es relativamente bueno, aunque muchas otras construcciones se encuentran en ruinas.

Además de visitar algunos edificios, dar la vuelta a las murallas que rodeaban la costa, y subir a la gran fortificación que corona la isla, podemos deleitarnos con el precioso color del agua del Mediterráneo.

Isla fortificada de Spinalonga
Uno de los accesos de Spinalonga
Isla fortificada de Spinalonga
Vistas desde las murallas, con la península de Spinalonga al fondo
Isla fortificada de Spinalonga
Mediterráneo en estado puro

Aunque se trata de un lugar muy turístico y visitado, en Spinalonga no hay ningún hotel. Realmente es una isla deshabitada que únicamente puede visitarse durante el día, por lo que no es posible alojarse allí. Para dormir cerca recomendaría hacerlo en Agios Nikolaos, una de las poblaciones más grandes de la zona, que también merece una visita, o en alguno de los bonitos pueblos pesqueros cercanos.

El sitio arqueológico de Spinalonga puede visitarse durante los meses de abril a octubre, quedando cerrada durante el invierno como sucede en muchos otros lugares de Creta.

Isla fortificada de Spinalonga
Dando la vuelta a la isla por el norte
Isla fortificada de Spinalonga
Puerta de acceso a la fortaleza

Precios y horarios de la visita a Spinalonga

El horario de visita a la isla es de 8:30 a 15:30 horas y para acceder hay que pagar 2 euros.

La única forma de llegar hasta la isla de Spinalonga en a través de un barco que realiza recorridos de ida y vuelta. Existen tres lugares desde los que parten los barcos que llegan hasta la isla: Agios Nikolaos, Elounda, y Plaka.

Desde Agios Nikolaos hay excursiones de día completo, que además de llevar a la isla fortificada realizan paradas en algunas playas y hasta incluyen comida por unos 20€.

Si optamos por embarcar en Elounda el precio es de 10€, y 8€ desde Plaka. El trayecto desde estos dos puertos es mucho más rápido.

Puerto pesquero de Elounda
Puesto de venta de pasajes en Elounda
Puerto pesquero de Elounda
Puerto pesquero de Elounda
Puerto pesquero de Elounda
Elounda desde el mar