Tener altas expectativas de un lugar muchas veces hace que cuando lo visitas te lleves una decepción, pero no siempre es así. Un caso en el que a pesar de lo esperado me llevé una gran sorpresa fue la Catedral Metropolitana de Liverpool, que tuve la suerte de conocer en mi viaje a la ciudad de los Beatles y que aún hoy, viendo las fotos, me deja con la boca abierta.
Si piensas en la catedral de una gran ciudad seguramente imaginarás un enorme edificio de piedra construido hace cuatro o cinco siglos, tal vez más, con enormes columnas soportando bóvedas a decenas de metros de altura, capillas recargadas y una construcción en forma rectangular o en cruz. Pero cuando llegas a Liverpool y descubres la Catedral Anglicana te das cuenta de que en esa ciudad las cosas no son como uno suele pensar, y cuando llegas a visitar la Catedral Metropolitana aún lo piensas con más razón, pues ni tiene siglos de historia, ni columnas, ni capillas recargadas ni su forma es convencional. Es más, cuando llegué al centro de ese impresionante edificio pensé que era más parecido a una gran discoteca sin música que a una catedral, sin embargo el silencio sepulcral que reinaba me hacía regresar a la realidad de un templo que nada tiene que ver con sus similares, ni con la otra catedral de la ciudad.
La Catedral Metropolitana de Cristo Rey en Liverpool
Un poco de historia
Tras la hambruna de la patata irlandesa de 1847, cientos de miles de irlandeses se trasladaron a Inglaterra en busca de un futuro menos problemático. Muchos simplemente hicieron escala en la ciudad para un viaje más largo a Estados Unidos, pero buena parte de ellos se quedó en Liverpool, haciendo que la población católica se incrementara notablemente. Como consecuencia de este aumento, Alexander Goos, obispo, tomo la decisión de levantar una catedral para su comunidad.
Un proyecto de Edward Welby Pugin comenzó a edificarse, pero la falta de recursos económicos hizo que tan sólo se levantase la capilla de Nuestra Señora Inmaculada, que hoy ya no existe. Más tarde, en el año 1930, se compró un gran solar y Edwin Lutyens proyectó una gran catedral que competiría con la Catedral Anglicana y la haría ser la segunda iglesia más grande del mundo, con una cúpula de 51 metros de diámetro, la más grande del mundo. La Segunda Guerra Mundial hizo que las obras se detuvieran de nuevo dejando sólo concluida la cripta.
No fue hasta el año 1962 que la construcción de la Catedral Católica de Liverpool se puso de nuevo en marcha, con un proyecto que nada tenía que ver con los anteriores. Fue inaugurada, por fin, el año 1967.
Principales atractivos de la la Catedral Metropolitana de Liverpool
La principal característica de la Catedral Metropolitana de Liverpool es su forma completamente circular, cuyo diámetro alcanza los 59 metros. En su interior alberga 13 capillas que tampoco tienen nada que ver con las clásicas capillas antiguas.
En el centro, un altar de mármol blanco de Skopje desde el que se domina todo el perímetro. Es sencillo, nada recargado, pero su posición lo convierte en el centro de atención de todas las miradas. Sobre el altar, una gran estructura metálica circular se utiliza para iluminar toda la zona central. Los bancos están dispuestos en forma concéntrica. Todos tienen una perfecta visión del altar, y de todo el templo en general, aunque los de la entrada verán la misa de frente y los del otro lado no.
Más arriba, en la parte más alta, hay una gran vidriera también circular, diseñada por John Piper y Reyntiens Patrick en color azul, rojo y amarillo representando la Trinidad. La luz que se cuela por estos vidrios inunda toda la catedral de color, aunque predomina el azul oscuro de las vidrieras laterales.
En el exterior llaman la atención sus 16 enormes pilares en forma de boomerang que sostienen todo el edificio haciendo que su interior sea completamente diáfano. Además una estructura de hormigón completa la catedral haciendo de campanario moderno.
Datos prácticos de la Catedral Metropolitana de Liverpool
Entrada y visita
La visita es gratuita en los siguientes horarios:
Catedral: Lunes a domingo: 7:30 a 18:00
Cripta: Lunes a sábado: 10:00 a 15:30
Dónde está y cómo llegar
La Catedral Metropolitana de Liverpool se encuentra en Mount Pleasant.
Puedes llegar caminando desde la Catedral Anglicana en línea recta por Hope Street en unos minutos, tan sólo hay 800 metros de distancia. Además si te alojas o estás por el centro apenas te costará llegar unos 10 minutos caminando, por lo que no es necesario utilizar ningún medio de transporte para su visita.
Más información en la web de la Catedral Metropolitana de Liverpool.
Actividades recomendadas en Liverpool
Ahora puedes contratar las siguientes actividades o tours en Liverpool desde aquí: