Seis meses después de mi visita primaveral al Hayedo de Montejo, y tal como prometí en su momento ante la belleza de este espacio natural situado en la Sierra Norte de Madrid, he vuelto para intentar captar las tonalidades más bellas del Hayedo de Montejo en Otoño.
Como en la anterior ocasión, me alojé en una de las casas rurales que El Bulín tiene en la Sierra del Rincón, y la fecha elegida fue el fin de semana del 15 al 17 de noviembre.
Sí, me la jugué pues para esas fechas se supone que las hojas tendrían que estar ya en el suelo y no en los árboles como yo pretendía, pero este otoño ha sido más raro de lo normal y a primeros de noviembre los árboles de hoja caduca tenían aún su color verde casi por completo.
A falta de un par de días para ir, Gustavo, el dueño de las casas rurales, me confirmó dos cosas: la primera, que el Hayedo aún estaba completamente otoñal. La segunda, que para el fin de semana había previsión de nieve y viento, lo que podía estropear por completo mis planes, o convertirlos en algo mucho mejor de lo que pensaba.
¿Y qué pasaría? ¿Me llevaba ropa de otoño o de invierno? ¿Sería cierto que iba a encontrarme con la primera nevada del año y que tal vez no vería el Hayedo como yo quería? No acabábamos de crerlo.
Pues bien, ni tanto ni tan poco. Hojas en las hayas quedaban pocas debido al fuerte viento del jueves y viernes, aunque algunas sí estaban aún en su sitio mostrándome lo increiblemente bonito que puede ser este paraje si lo pillas en los días adecuados. Y nieve en el suelo había la justa y necesaria para darle un toque invernal a este paisaje otoñal, transformándolo en algo fuera de lo normal, un otoño tardío al que le ha costado llegar y que rápidamente daba paso a un invierno tempranero que de un día para otro se ha metido de lleno en nuestras vidas. Y fue espectacular.
El día amaneció en el bonito pueblo de Horcajuelo de la Sierra con un manto blanco en el suelo y gris en el cielo, pero en la entrada del Hayedo estaba Gustavo con sus pases sacados para hacer de guía en esta visita y pendiente de la mejor hora para ir a fotografiar esta maravilla de la naturaleza.
Me comentó que para poder publicar un reportaje de este lugar había que pagar 300€, y no me lo podía creer, pero parece que oficialmente si quieres hacerlo ha de ser así. Afortunadamente consiguió el permiso sin tener que pasar por caja, o eso espero.
En esta ocasión pudimos ir por libre y elegimos una ruta diferente a la anterior vez, dejando de lado el río Jarama para subir montaña arriba, sin salir de los caminos marcados, en dirección a un mirador desde el que las vistas han de ser increibles, pero a mitad de camino llegó la ventisca. El fuerte viento y la nieve nos convencieron de dar marcha atrás y subir por otra de las sendas en busca de más fotografías bonitas.
Al principio parecía que predominaba el blanco, pero poco a poco fueron apareciendo el resto de colores hasta llegar a formar lo que estáis viendo.
El paseo duró aproximadamente hora y media, y si por mi fuera podría haber durado un par de horas más, pero la climatología nos dio una de cal y una de arena. Por una parte lo bonito de ese combinado de colores entre blanco, amarillo y marrón, y por otra parte nos complicó las opciones de poder seguir, aunque lo que vimos era tan bonito que mereció la pena pasar un poco de frío y sufrir unos cuantos resbalones.
El próximo otoño tendré que volver, a ver si en esa ocasión puedo llegar a tiempo de pillar el otoño en estado puro, aunque si me encuentro con otra sorpresa como la nieve de este año tampoco me voy a quejar, para que negarlo.
8 Comments
Javier Domingo
Pensaba que el hayedo más meridional de Europa era el del Moncayo, pero ya veo que no.
Precioso lugar y magníficas fotos como siempre.
Victor Ferrando
Hay unos cuantos más al sur que el que comentas en España, y en Europa aun más, por ejemplo en Sicilia o Grecia, aunque parezca increible.
Muchas gracias 🙂
Alícia Bea
Preciosas fotografías de un lugar que tengo muchas ganas de conocer. Un saludo!
Victor Ferrando
Muchas gracias Alicia, espero que puedas conocerlo pronto pues es un lugar impresionante en cualquier época del año.
Un saludo!
Antonio Quinzán
Vaya fotos más chulas con nieve incluida. Y cómo cambia el paisaje en ese proceso del otoño-invierno. Por cierto, iba a escribir sobre el Hayedo de Montejo pero te me has adelantado. Prepararé el post para el otoño que viene 🙂
Elisa Conde
qué preciosidad de fotos!!!
Victor Ferrando
Muchas gracias Elisa! 🙂
Maria
Me han hablado muy bien de este lugar pero todavía no he podido ir. No tengo que dejar pasar la oportunidad!!