No suelo publicar algo el mismo día en que lo he vivido, y menos cuando falta por contar todo lo que he hecho durante los anteriores días de mi estancia en Andorra, y todos los sitios que he visitado en las últimas semanas, pero hoy me apetecía escribir esto y saltarme por una vez todas mis normas.
Llevaban días diciéndo que el sábado iba a nevar. La gente lo comentaba por la calle, las noticias lo decían, la dueña del apartamento donde estoy alojado me lo advirtió, y hasta las chicas de Turismo de Andorra comentaron que iba a ser una nevada importante. Pero claro, yo vengo del este de España, donde ver nieve es casi misión imposible, y vivo en el centro, donde ver nieve es menos difícil pero a niveles ínfimos, y no podía pensar que tales advertencias implicarían lo que han implicado.
¿Y qué ha pasado? Pues sencillamente que al despertar, a eso de las 9 de la mañana, me encontré con que toda la nieve que había ido desapareciendo durante la semana había vuelto a su sitio, y no tenía pinta de que fuera a parar. A eso de las 11 la carretera junto a la casa donde me alojo ya ni se distinguía. ¿Cómo iba a salir a hacer lo que tenía pensado este día en estas condiciones?
Bueno, no tardarán en pasar las máquinas quitanieves, decía para mi mismo una y otra vez. Pero los minutos pasaban, incluso las horas, sin ver ni rastro de estos vehículos con pala incorporada que intentan solucionarnos la vida en estos días de invierno. ¿Y qué hago? ¿Me quedo en casa todo el día? Obviamente no entraba esta opción en mis planes. Cogí la cámara y me aventuré a recorrer los tal vez quinientos metros que separan el pueblo de Pal del apartamento.
La carretera casi ni se distingue, y el viento por momentos se encarga de hacer que apenas vea por donde voy.
De repente, cuando ya pensé que no las vería en todo el día, pasaron las quitanieves, y de paso que quitaban la nieve acumulada durante horas casi me quitan a mi del medio.
No hace frío, pero si una humedad altísima, tal vez del cien por cien, y eso hace que por muchos pares de calcetines que te hayas puesto bajo las botas y por muchas capas de ropa que lleves bajo el grueso abrigo, sigas teniendo sensación de frío en todo el cuerpo.
Además las pocas zonas descubiertas, como la cara o las manos (para poder hacer fotos), hace rato que perdieron la sensibilidad. No hace frío, apenas estamos a un grado bajo cero, pero parece que haga unos veinte grados menos.
La nieve se acumula poco a poco en las ya libres de hojas ramas de los árboles, hasta que un golpe de viento se encarga de moverlo todo y convertir por unos instantes la zona en una nube de nieve. Poco a poco se volverán a llenar de nieve para repetir la jugada una y otra vez.
Un palmo de nieve cubre las empedradas calles del pueblo. Dudo que se haya terminado de fundir la nieve y el hielo que aun perduraba de la anterior nevada, días antes de yo llegar a Andorra, y ya vuelven a estar cubiertos. Es lo normal en el invierno, solo que este año la estación invernal ha irrumpido pronto y muy fuerte.
Nada mejor que una buena comida para combatir el frío, pensé. Días atrás, paseando por las ahora gélidas calles de Pal, en un día soleado que nada tiene que ver con el día de hoy, vi un restaurante que me llamó la atención: Eulari de Pal. Calçots, Rissoto de Boletus, Carnes de buey a la brasa… Esta vez no pude resistir la tentación de probarlo, ¡y vaya descubrimiento! Apuntado en la lista de restaurantes imprescindibles en Andorra.
Con el estómago lleno ya no apetece hacer más fotos, tan solo regresar a la calidez del hogar, desandando lo andado, por una carretera que vuelve a estar cubierta de blanco, y que me hace dudar sobre si mañana podré regresar o no a Madrid.
Decían que el sábado iba a nevar. Y nevó, vaya si nevó…
Indice del viaje a Andorra
1 – Decían que el sábado iba a nevar en Andorra
2 – Andorra, quien te ha visto y quien te ve
3 – Excursión invernal al Lago San Mauricio
4 – La Carretera del Coll de la Botella en Andorra
5 – Comer en Andorra: El Restaurante L´Eulari de Pal
6 – Pas de la Casa, Grandvalira y el Funicamp en Andorra
7 – El Lago de Engolasters y su iglesia románica en Andorra
8 – Os de Civís, el pueblo español al que sólo se llega desde Andorra
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10 Comments
Denys
Bueno no te preocupes, si no puedes volver el domingo, volveras el lunes:) a que es bonita la nieve:)
Victor Ferrando
Me encanta la nieve, aunque no tanto quedarme bloqueado en un pueblo teniendo que trabajar el lunes… aunque bueno, siempre puedo quedarme un par de días y trabajar desde aquí, que la casita no está nada mal, a ver que opina mi jefe 😀
Marta A.
Ay V me ha encantado!!! Que maravilla de nevada… y qué fotos más guays!!!
Victor Ferrando
Jajaja! Gracias M 😀
Kate de Viajamos Juntos
Mola!!! Reportajes desde el punto caliente!!! Si eso, avisa, mandaremos agua y comida calientes con globos o paracaídas ;)))
p.s. la verdad es que me das envidia :))) ya estamos buscando algo para escapar a la nieve también ;))) A disfrutar!!!
Victor Ferrando
Jajaja! Mira que nunca me había dado por hacer reportajes en el momento, pero me ha gustado la idea, creo que intentaré hacer más 🙂
Ya veo que no habéis podido resistir la tentación de ir en busca de nieve! Yo no tuve problemas para volver, al día siguiente las carreteras estaban limpias para los esquiadores e hizo muy buen día. Gracias!
z.f.
Me encantan las estampas nevadas (aunque el frio no tanto). Al leer lo que has escrito y ver tus fotos, dan ganas de estar allí y vivirlo también en primera persona.
He visto muchos de tus reportajes y haces unas fotos increíbles, te animo a que nunca dejes de hacerlo! 🙂
Victor Ferrando
Pues habría estado bien que estuvieras allí y lo hubieras vivido en primera persona, fue un rato divertido a pesar de la ventisca y el frío humedo, además la comida de después fue una buena forma de acabar el paseo.
Muchas gracias Z, seguro que no dejaré de hacerlo 😉
VerdenVoyage
Qué bonitas las fotos 😀
Te quería preguntar qué haces para evitar que la cámara se te moje. Yo una vez me hice un apaño con una bolsa de plástico para la mía, pero no sé hasta qué punto es lo más acertado y si hay alguna técnica/accesorio que pueda serme útil en un caso así.
Un abrazo, y a ver si puedo decirte algo sobre lo de Fitur 😉
Victor Ferrando
Sinceramente, no suelo hacer mucho para evitar que se moje, en esta ocasión la cámara acabó completamente blanca de nieve. En teoría no pasa nada pues están selladas para que no entre polvo ni agua pero… habría que investigar algo la verdad.
Espero que puedas venir! 🙂
Gracias, un abrazo!