Hace ya años que escuché hablar por primera vez de la Garganta de los Infiernos y de los Pilones, en el Valle del Jerte, Cáceres, pero no había tenido oportunidad de ir aún a descubrir estos parajes de los que me habían hablado maravillas, así que aprovechando el Travel Bloggers Meeting que se celebró en Plasencia el pasado mayo decidí dar un paseo por allí y hacer algunas fotografías en un lugar mágico.
Y no es para menos, el Valle del Jerte es uno de los lugares que más me han sorprendido en los últimos tiempos en la geografía española, y es que además de sus maravillosos cerezos en flor durante el mes de marzo, tiene otras zonas naturales y pueblos que conocer.
Rutas de senderismo por la Garganta de los Infiernos
Existen varias rutas que se pueden realizar. La más habitual y sencilla lleva hasta Los Pilones, pero luego podemos continuar caminando hasta el Puente Nuevo o incluso hacer la ruta circular de la Garganta de los Infiernos completa. En mi caso tan sólo llegué a mitad de camino entre Los Pilones y el puente, suficiente para comprobar que es un recorrido sencillo pero de gran belleza.
Cualquier itinerario comienza en el Centro de Interpretación de la Reserva Natural. Están todos muy bien adecuados y señalizados por lo que practicamente cualquier persona puede realizarlos.
El trayecto hasta Los Pilones es bastante corto, unos cuatro kilómetros, y en verano es muy frecuentado por personas que buscan darse un chapuzón en las bonitas piscinas naturales, sin embargo si vamos a ir más lejos de aquí es mejor no hacerlo en verano ya que las temperaturas pueden ser muy elevadas y gran parte del recorrido discurre por zonas con poca sombra. La mejor época sin duda es otoño y primavera.
Tras un rato de paseo con poco desnivel llegamos hasta el mirador del Chorrero de la Virgen, entre los arroyos de Putopadre y Riscoencinoso. Poco después llegaremos a una bajada empedrada que nos lleva directamente a Los Pilones. En primavera las aguas están demasiado frías para un baño, por lo que hay poca gente y se pueden hacer buenas fotos sin que alguien piense que estás invadiendo la intimidad de su baño.
Los Pilones, maravilla natural en el Valle del Jerte
Los Pilones son unas pozas naturales escavadas en la roca granítica por el agua durante miles de años. Justo allí confluyen los arroyos de Los Tres Cerros y del Collado de las Yegüas. El agua recorre las grandes piedras redondeadas formando pequeños saltos de agua muy atractivos y muy apetecibles para el baño. Tanto desde el puente como desde el camino que las bordea una vez cruzado se pueden tomar muy buenas fotos jugando con el agua y las formas de la roca.
Es imposible pasar por allí y no parar un buen rato a hacer fotografías de uno de los lugares más bonitos que tenemos en nuestro país. Por muy bonitas que sean las fotos verlo en directo es increíble.
Una vez cruzamos el pequeño puente y dejamos atrás Los Pilones seguimos por un camino amplio que se dirige hacia el Puente Nuevo. Fácilmente nos quedan un par de horas de camino y seguro pararemos infinidad de veces para hacer fotos. Yo me quedé a falta de una media hora para llegar hasta el puente, pues tenía que regresar a comer a Plasencia y no me daba tiempo, pero lo ideal es ir a pasar el día y comer allí, para después iniciar el retorno por el mismo sitio, o continuar la ruta circular que atraviesa el Bosque del Reboldo, un gran castañar que en pleno otoño ha de ser un espectáculo.
Hay que tener en cuenta que la ruta circular completa de la Garganta de los Infiernos son unos 17 kilómetros y puede llevar unas 6 o 7 horas recorrerla, por lo que aunque su dificultad es baja hay que ir preparados para un paseo largo y con algunas pendientes. Mucha agua especialmente si hace calor, calzado cómodo, y recomendable algo de comida.
Como ya he dicho yo opté por regresar y tuve que hacer el camino a paso ligero sin muchas paradas para hacer fotos, pero al llegar a Los Pilones de nuevo no pude evitar sacar unas cuantas fotos más de esta maravilla natural. La próxima vez que vuelva a la Garganta de los Infiernos, pues pienso volver, será en otoño y haré la ruta completa.