La provincia de Burgos guarda muchos grandes secretos en su interior. El pasado mes de noviembre pude conocer algunos de ellos, como la Cueva de Fuentemolinos y las Minas de Puras de Villafranca, el Museo de la Radiotransmisión de Belorado, el fascinante mundo de Paleolítico Vivo, o la «escultura más grande del mundo» en Territorio Artlanza, de la que hablaré hoy.
La escultura más grande del mundo: Territorio Artlanza
Territorio Artlanza es una creación del escultor Félix Yáñez, quien hace ocho años tuvo la idea de realizar una recreación de una plaza típica castellana en un terreno junto a su taller de artesanía en la pequeña localidad burgalesa de Quintanilla del Agua. Lo que comenzó siendo como un lugar de esparcimiento familiar se convirtió en poco tiempo en lugar de visita obligada para la gente del pueblo y visitantes, y poco a poco en un lugar al que llegaban visitantes curiosos que andaban por la zona.
Cuando creó la plaza, Félix Yáñez estaba, según nos contó durante la visita, un poco decepcionado con las ferias de artesanía a las que solía asistir para intentar vender sus creaciones. Con el aumento de la popularidad de la plaza castellana, Félix comenzó a trazar las líneas de lo que sería un pequeño pueblo en torno a la plaza, con algunas calles, huertos, y casas típicas que no pueden faltar en un pueblo típico de la Castilla rural. Además, aprovechó el tirón de su gran creación para aumentar la venta de sus piezas de artesanía, creando una exposición junto a la plaza.
Territorio Artlanza no es más que un decorado. Una gran escultura que representa una pequeña aldea en la que te puedes transportar a otra época. Muchas de las casas tan sólo son fachadas, otras en cambio tienen en su interior más muestras de lo que este hombre es capaz de llegar a hacer, como una pequeña escuela, una bodega, una barbería, panadería, y hasta un par de corrales de comedias en las que durante el verano se representan funciones reales de teatro clásico.
Con materiales reciclados, objetos de todo tipo que iba encontrando por ahí o que le iban dando, y mucha paciencia, Félix fue añadiendo nuevos elementos a su escultura más grande, junto con más calles que llegaban a otra gran plaza y hasta a una pequeña capilla, una posada, la casa consistorial o un calabozo.
Félix Yáñez, una persona humilde que nos acompañó durante la visita contándonos montones de anécdotas curiosas sobre la construcción y los visitantes de Territorio Artlanza, nació en Quintanilla del Agua en el año 1960. Aprendió su oficio entre artesanos y escultores como Fidel Izquierdo e Ismael Ortega, y desde siempre se ha dedicado al barro. Hoy en día, es una de estas personas que saben aprovechar el tiempo, pues entre detalle y detalle de su pequeño gran pueblo, continua creando obras de barro que cuece en su horno para después venderlas, pero también realiza talleres para que los niños de las escuelas de la zona aprendan a realizar sus propias creaciones, que luego cuece y entrega como recompensa a los chavales que lo visitan.
Más información sobre Territorio Artlanza
Dirección: Calle el Molino, 20 – Quintanilla del Agua (Burgos)
Teléfono: +34 649 129 877
Email: felixyo@terra.com
Web: La escultura más grande del mundo.
Precio de la entrada: 3€
Más info en su página de Facebook
3 Comments
Vicente Ferrando
Curioso y bonito lugar. Desconocía su existencia pero me quedo con un buen sabor de boca al verlo pues recuerda a esas aldeas medievales paradas en el tiempo.
clemente
Un lugar en el tiempo, desconocía el sitio y he pasado por ahí varias veces, un pueblo digno de ver por su arquitectura y todo lo que conlleva, miles de recuerdos para la pasada generación, la presente y la futura, hay infinidad de objetos que nos hacen recordar nuestra niñez, todo el que vaya a verlo y contemple tales cosas les aseguro que saldrá maravillado y con algo de terruño. Mi consejo, veánlo y lo recordaran siempre. El nombre del pueblo es Quintanilla del Agua, esta entre Lérma y Cobarruvias. Clemente
Victor Ferrando
Hola Clemente, muchas gracias por tus palabras. La verdad, es un lugar que merece mucho la pena conocer y que difícilmente se olvida.
Un saludo.