Durante mi viaje de mes y medio a la Patagonia chilena y argentina me alojé en hoteles de casi todo tipo, algunos más lujosos y otros menos, pero la mayoría a la altura de lo que esperaba e incluso mucho mejor tanto en la calidad de sus instalaciones como en el trato de su personal que te hacía sentir casi como si estuvieras en tu casa. Es el caso del Hotel Altiplánico Puerto Natales, uno de los que más me gustó.
En la ciudad de Puerto Natales estuve casi una semana, tiempo durante el que cambié varias veces de hotel pues mi planificación del viaje fue más complicada de lo esperado y cambios de última hora me hicieron tener que buscar algún alojamiento que no tenía previsto. Lo bueno de esto es que puedo recomendar varios buenos hoteles en la ciudad en base a mi experiencia.
El Hotel Altiplánico Puerto Natales cuenta con 22 habitaciones, entre individuales, dobles y triples. Está situado a las afueras de la ciudad, a algo más de dos kilómetros de distancia, y llama la atención desde fuera por su integración con el paisaje, y por dentro por su decoración minimalista y algo fría.
Dispone además de restaurante, cafetería, bar, lavandería, wifi gratuito, parking y un trato realmente cercano y amable que te hace sentir cómodo y a gusto. También tiene una sala de estar con unas vistas panorámicas de lujo y una sala de televisión con servicio de bar.
Una de las cosas que más llama la atención de este hotel de cuatro estrellas a las afueras de Puerto Natales es su arquitectura pensada para que todo el edificio se mimetice con el paisaje que le rodea. Está construido en varias alturas sobre una loma con poco desnivel, con fachada de turba vegetal y techos cubiertos de pasto, de forma que parece dar continuidad a la loma, incluso visto desde arriba parece que no exista el hotel.
Además, me gustó mucho descubrir que sobre los techos de las habitaciones hay instaladas algunas sillas donde te puedes sentar para ver el atardecer sobre el hotel. Un plan más que recomendable.
Todas las mañanas se puede disfrutar de un buen desayuno bufé en el restaurante del hotel. Destacan las tartas caseras y mermeladas de la región junto con zumos naturales y unas vistas que invitan a tomárselo con calma.
Las habitaciones del Hotel Altiplánico son amplias y cómodas. La decoración es peculiar, casi todo está hecho de madera y hormigón, incluso la cama. Resulta raro ver una cama sobre una estructura de hormigón, pero lo cierto es que esto no impide que sea una cama confortable, y más cuando has pasado el día recorriendo el Parque Nacional Torres del Paine.
También el escritorio es de hormigón, y las paredes. Tal vez es tan gris que resulta frío, pero los detalles en madera, los tejidos naturales y alguna pared pintada de colores ocres le proporcionan el toque de calidez necesario. Seguro que te va a encantar.
Todas las habitaciones disponen de baño privado con ducha, calefacción individual, caja fuerte y un pequeño armario donde dejar la ropa y accesorios que llevemos en la maleta o mochila.
Están orientadas de forma que aprovechan al máximo las horas de luz y el calor del sol. Las vistas desde las ventanas de todas las habitaciones al Seno de Última esperanza y al Glaciar Balmaceda son espectaculares, aunque lo cierto es que la mayoría de los días las nubes impedirán llegar a ver este glaciar. Aún así, seguro que pasarás un buen rato mirando por esas ventanas.
El único inconveniente que le veo a este hotel es que está fuera de la ciudad. Para desplazarte hasta allí has de dar un paseo de casi media hora o tomar un taxi. Por suerte en estas latitudes los taxis no son muy caros, además si vas a realizar algún tour por el Parque Nacional Torres del Paine o cualquier otro que parte de la ciudad, pasarán a recogerte por el hotel de buena mañana y te devolverán al regreso.
Sin embargo, pasear por los alrededores del Hotel Altiplánico es una auténtica gozada, especialmente al atardecer tras regresar de alguna excursión o haber pasado el día en la ciudad. Antes de cenar, o incluso después, es muy recomendable acercarse a la orilla y disfrutar de la paz y tranquilidad de unos paisajes de ensueño, tan sólo alterada por el paso de algunos vehículos por la carretera.
El Restaurante del Hotel Altiplánico, cocina patagónica de calidad
Otro punto a favor del Hotel Altiplánico es su restaurante, llamado igual que el hotel. Queda lejos de ser lo que los chilenos llaman una «picada», es decir, comida abundante y muy barata, pero tampoco es excesivamente caro y la calidad de sus platos, con recetas basadas en platos regionales y marisco, lo merece.
El Restaurante del Hotel Altiplánico es, para mi gusto, una visita casi obligada si pasas unos días en Puerto Natales. Durante mi estancia en el hotel cené una noche en su restaurante donde comí un risotto de mariscos y un postre que era una especie de flan de calafate realmente espectacular. Todo ello muy bien acompañado de una cerveza artesanal Hernando de Magallanes.
Más información sobre el Hotel Altiplánico Puerto Natales
Dirección: El Huerto 282, Puerto Natales
Web: Altiplánico Puerto Natales
Precio: Desde 150€ la noche en habitación individual con desayuno. 165€ la habitación doble con desayuno.
Si tienes previsto un viaje a Chile seguramente no dejarás pasar la oportunidad de visitar la Patagonia y sus maravillosas Torres del Paine. Te recomiendo que sigas leyendo mis artículos sobre qué hacer y dónde comer en Puerto Natales, y más cosas que ver en la Patagonia.
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