Siempre que voy a cualquier ciudad intento buscar sus barrios más peculiares, menos turísticos, pero que guardan su encanto. En Liverpool no podía ser menos y, aunque tampoco hubo tiempo de mucho, sí pudimos dar un paseo por Duke Street, que es una calle que comienza en Hannover Street, justo frente a la moderna zona comercial Liverpool One, y finaliza en la Catedral Anglicana pasando por ChinaTown.
Había leido que era una zona llena de graffitis y casas hechas polvo, y no iban mal desencaminados aunque creo que esperaba algo más. Además uno de los murales más conocidos de esta calle, pintado por Bansky, uno de los más famosos artistas urbanos del mundo, ha pasado a mejor vida tras la rehabilitación del edificio en cuya fachada había pintado una gran rata.
Al principio de la calle hay poco de interés. Un poco después llegamos a un pequeño pasaje que, sin llegar a ser el Warregaren Straat de Gante, empezó a animarnos.
Al otro lado una curiosa estructura metálica con bolas de colores y una calle con varios garitos que nos resultaron algo extraños y muchas fincas hechas polvo.
Volvemos a Duke Street y seguimos fotografiando fachadas y cosas curiosas. Llama la atención lo desierta que está esta zona estando tan cerca del centro, la zona comercial y la Catedral Anglicana. Fincas y más fincas en estado medio ruinoso, abandonadas y tapiadas.
Al llegar a ChinaTown más de lo mismo. Nadie en las calles salvo algún turista despistado que se acercaba a hacerse un par de fotos en el enorme arco de entrada.
El arco de entrada a la calle principal es el más grande de su estilo fuera de China, y realmente impresiona. Había leído que era peligroso cruzar el arco y callejear por allí pero sinceramente a mi no me lo pareció en absoluto, además me sorprende que ataquen a los turistas en una zona llena de restaurantes que esperan a los mismos turistas para comer. Nosotros eramos un buen botín con nuestras cámaras colgadas al cuello y no tuvimos la más mínima sensación de peligro en ningún momento, ni aquí ni en ninguna otra zona de las que recorrimos por la ciudad.
Finalmente llegamos a la Catedral Anglicana. Un enorme edificio de ladrillo rojizo con una espectacular torre de más de 100 metros de altura que dió para hacer unos cuantos cientos de fotos. Pero eso mejor os lo enseñaré otro día.
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