Excursión al Lago de Engolasters y su iglesia románica

Ya perdí la cuenta de las veces que he subido al Lago de Engolasters, o Estany d’Engolasters en catalán. Seguramente no exagero si digo que he ido varias decenas de veces, y es que cuando vivía en este país y tenía una tarde libre era una muy buena opción para desconectar dando un paseo por allí arriba. Entre semana y fuera de temporada alta es un lugar muy tranquilo y bastante interesante.

Pero curiosamente, a pesar de haber ido tantas veces, no fue hasta la penúltima vez que estuve en Andorra, hace ahora unos dos años, que lo vi completamente congelado. Y la verdad, impresiona. No es que no haya visto antes lagos congelados, pero me resulta muy curioso este caso pues, al recibir agua canalizada que desemboca en el centro del lago a diferente temperatura, provoca que la placa de hielo se resquebraje lanzando sonidos dignos de una película de terror.

Y me diréis que esto sucede en otros sitios. Claro, no digo que sea algo extraordinario, pero por algún motivo este caso me llama más la atención.

El lago, que está a una altura de 1.616 metros sobre el nivel del mar, realmente no es más que una presa que se llena con agua procedente de los ríos Valira del Este y Madriu y que a través de una tubería envía agua a una central hidroeléctrica que hay quinientos metros más abajo, en el valle, justo a la entrada de Escaldes desde el norte. No está permitido bañarse, pero es que tampoco creo que nadie vaya a meterse en el agua helada, y es que hasta en verano allí arriba el agua está de cualquier forma menos caliente.

Si estás pensando en una escapada en Andorra para esquiar y aún no conoces el Lago de Engolasters y su entorno te recomiendo que le dediques un rato pues merece la pena.

L´Església de Sant Miquel d’Engolasters

Poco antes de llegar al lago, tras pasar las últimas casas, encontramos la La iglesia románica de San Miguel de Engolasters, una de las más conocidas de toda Andorra y que data del siglo XII. Su campanario es exageradamente alto con respecto al resto de la iglesia, con tres alturas y ventanas geminadas en cada una de ellas.

Comer en el Restaurante Llac y Cel

Era la hora de comer y tenía bastante hambre por lo que decidí probar uno de esos restaurantes: el Restaurant Llac i Cel, y realmente fue una sorpresa ya que comí muy bien y a un precio más que razonable, además en pleno invierno comer al calor de una buena chimenea sienta muy bien, pero en verano en la terraza con vistas al lago tampoco se ha de estar nada mal.

¿Cómo llegar al Lago de Engolasters?

Al lago se puede llegar desde Andorra por la carretera de La Comella, o desde Escaldes por la carretera de Engolasters, que confluyen cuando cruzan el Riu Madriu. Casi arriba del todo, antes de llegar al parking del restaurante Camp del Serrat, existe un pequeño desvío desde el que parte una carretera que pasa junto al lago y que lleva a otros dos restaurantes que yo ni conocía. Nunca había ido más allá de los primeros 100 metros de la orilla más cercana a la carretera hasta la última vez que quise bordearlo. Supuestamente esta carretera continua hasta la Carretera del Cortals y baja hasta Encamp, pero aún no lo he comprobado.

En la carretera hay unos cuantos puntos que pueden servir de miradores improvisados desde los que hay unas vistas espectaculares de toda la ciudad.