Hacía tiempo, mucho tiempo, que quería hacer una escapada a Oporto, y siempre por unas cosas o por otras lo dejaba para el siguiente viaje. Pero alguna vez tenía que tocar el turno de esta ciudad.
Escapada de tres días a Oporto
Pero, ¿por qué Oporto? Pues por muchas razones.
Oporto reune muchas de las características que me gustan en una ciudad. Es muy fotogénica, tienes la oportunidad de poder ver las mismas cosas desde diferentes perspectivas o alturas, tiene elementos arquitectónicos espectaculares, barrios antiguos por los que poder pasear, buena gastronomía, bonitos miradores, infinidad de cosas que hacer y, muy importante, no es una ciudad cara.
Lo malo, por decir algo malo de la segunda capital de Portugal, son las cuestas y enormes escalinatas que hay por toda la ciudad, especialmente en su parte más turística, un auténtico revientapiernas si tu misión es patear el máximo posible buscando todos los detalles que puedas fotografiar.
Además he de reconocer que este ha sido un viaje raro. Hacía mucho tiempo que no me iba a ningún sitio completamente sólo a pasar más de un día sin más compañía que mi cámara de fotos, y tenía muchas ganas de hacerlo, pero no ha salido del todo como esperaba por diversas razones: Desde un hotel que no estaba tan céntrico como parecía hasta el diluvio del domingo por la tarde que me pilló a media hora caminando hasta el hotel, sin cenar, sin paraguas y sin dinero en efectivo para pagar un taxi.
Pero, sobre todo, y esto fue lo peor, porque cuando llevaba apenas unas horas caminando por las calles del centro de la ciudad, el objetivo que más uso en mi cámara decidió dejar de funcionar correctamente, convirtiendo cada foto en una odisea intentando que no se quemaran los cielos o las zonas oscuras, teniendo que hacer malabarismos para enfocar, repitiendo fotos una y otra vez hasta lograr lo que quería. Un completo desastre.
Pero olvidemos las cosas malas, al final la cámara se arregla y lo demás son simples anécdotas de las que puedes aprender. Lo importante es que disfruté mucho del viaje y, como siempre que visito alguna ciudad, intenté buscar mi punto de vista de lo que veo.
En este caso me he encontrado fotografiando balcones, tejados, callejones, suciedad, ruinas y zonas degradadas, más que las típicas fotos turísticas, que también, pero mucho menos.
Y esto me ha sorprendido pues me he sentido muy cómodo haciéndolo, sin importarme la gente que hubiera por medio e incluso buscando que la gente diera algo de vida a mis fotografías.
Como en cualquier ciudad, hay infinidad de cosas que ver allí, y captarlas todas lleva tiempo.
Estuve caminando sin parar durante horas, adentrándome en cada callejón, buscando esa foto diferente.
Todo en Oporto ha sido diferente.
Oporto está sucio, estropeado, abandonado, pero esto es lo que le da el encanto que tiene.
Algunas calles del centro estaban en obras, mejorando pavimentos y aceras, pero creo que haría falta una inversión enorme para rehabilitar barrios enteros, o al menos muchos de sus edificios.
Aunque claro, un Oporto con sus aceras y adoquines nuevos, y sus fincas arregladitas y recién acabadas de pintar no sería lo mismo.
Oporto es una mezcla de lo antiguo con lo moderno, lo bonito con lo horrible, lo clásico con lo abstracto, lo normal con lo anormal, lo correcto con lo incorrecto, lo limpio con lo sucio.
Pasas de la zona más comercial con tiendas, bancos y buenos restaurantes, a callejones que podrían dar miedo a cualquiera con solo torcer una esquina.
Pero Oporto es así. Es bonita pero caótica, y si no fuera así no sería Oporto, sería cualquier otra ciudad del mundo.
Estas son mis primeras impresiones, mis primeros pasos en la ciudad.
En los próximos artículos contaré qué ver en Oporto, aunque no voy a mostrar la catedral ni los museos de la ciudad. Habrá algo de lo típico, pero mucho más de lo atípico, desde lápidas hasta vidas que transcurren bajo un puente, pasando por unos vinos en las bodegas de Gaia, mercados tradicionales y algunos paseos curiosos a ambos márgenes del Duero.
También puedes leer: 10 cosas que hacer en Oporto sí o sí.
¿Me acompañas? Si aun no me sigues es un buen momento para hacerlo.
14 Comments
Leticia Ayuso
Siempre he querido hacer una escapada sola con mi cámara, poder ir tranquilamente con mi trípode y no moverme durante horas por una foto que quiero sin que mis acompañantes me odien… pero al final en casa me lo quitan siempre de la cabeza!
Victor Ferrando
Pues hazlo! Yo fui sin trípode, cosas de volar con Ryanair, jeje, pero tenía muchas ganas de hacerlo así, solo, a mi aire, y me ha encantado sentir de nuevo esa sensación!
Viajar con más gente tiene sus cosas buenas pero si vas a hacer fotos es difícil que alguien te siga el ritmo 😀
Alisetter
Je, je, completamente de acuerdo con tu visión de Oporto, así la he visto y sentido en un par de ratos libres aprovechando viaje de trabajo… y tengo pendiente ir con mi cámara por ahí.
Qué pesadilla lo del objetivo, no quiero ni pensarlo!! :S
Un saludo, Víctor!
Alicia
Victor Ferrando
Pues si lo haces te vas a hartar de hacer fotos, yo anduve dos días y medio por sus calles y creo que si hubiera estado más tiempo habría seguido pateando buscando más y más detalles.
Lo del objetivo fue un problema, al principio me agobié bastante pero al final lo mejor es intentar disfrutar del viaje y hacer lo que se pueda. A pesar de todo no salieron demasiadas fotos mal, aunque sí muchas que podrían haber salido mejor de lo que salieron…
Un saludo Alicia 🙂
xipo
Genial ciudad. De mis favoritas, precisamente por ese aire decadente que tiene!
Victor Ferrando
Es genial, totalmente de acuerdo, aunque como llevo diciendo a todo el mundo desde que volví, o te gusta su aire decadente o no te va a gustar nada la ciudad!
Gracias 🙂
Dany (Lega Traveler)
Que mala pata lo del objetivo, aunque veo que al final lo dominaste jejeje! Oporto tiene algo especial, recuerdo que comí en la Ribeira en una terracita con las vistas río duero y al puente… que gozada! 😀
Victor Ferrando
Pues sí, pero bueno, ya está en el servicio técnico y espero que no tarden mucho en reparármelo! Me gustó mucho Oporto, yo iba a cenar en una terraza pero al otro lado, en Vilanova de Gaia, cuando comenzó el diluvio… habrá que volver!
Gracias Dany! 😉
Antonio
Oporto!!!!!
Lo descubrimos en nuestra Luna de Miel y este año espero que sea nuestra cuarta visita.
¿Qué tiene Oporto? Si ya has estado, no hace falta que te lo diga y si no has ido, al menos hay que ir una vez y lo descubriras, pero no vayas con pretensiones y con prejuicios.
Consejo, vete a cenar al Solar do Patio, frente al Palacio de la Bolsa. Antonio y Vasco te cuidaran como si fueras de casa, tomate una caña en la Plaza del Cubo o date un paseo junto al los soportales de Miragaia.
Y que decir del Majestic, de Lello, de Bolhao…..
Victor Ferrando
Qué bonito poder regresar a esos sitios que nos gustan tanto Antonio! Como bien dices, al menos hay que ir una vez en la vida para conocer la ciudad y empaparte de su vida, yo seguro que volveré. Los prejuicios no son buenos, ni en Oporto ni en ningún sitio.
Algunos de los sitios que aconsejas ya los pude probar, otros me los guardo para la próxima, y animo a quien te lea a que los tenga en cuenta 😉
Un saludo, y muchas gracias!
ana
Estuve en Oporto en octubre de hace dos años, venia de pasar dos noches en Braga que me encantó. Oporto tiene un encanto especial, estuve en un barrio al lado del río y del puente que atraviesa el Duero, íbamos a hacer tres noches y nos quedamos dos pues en un parking público me rompieron la ventanilla de atrás del coche así que adelantamos la salida y me faltó ver la parte nueva de la ciudad pues lo habíamos dejado para ese día, lo que ví fue mucha pobreza marginal, suciedad…. pero el colorido espectacular que lo capta bién el compañero en las fotografías
Victor Ferrando
Vaya, qué mala suerte lo del coche Ana. Yo sólo en un momento decidí dar media vuelta y no seguir por donde iba caminando, por precaución nada más, el resto me pareció una ciudad bastante segura a pesar de su aspecto. Es cierto que hay zonas bastante pobres y sucias en plenos barrios turísticos, pero como comento esto es lo que le da ese toque tan especial.
Muchas gracias, espero que te animes a volver algún día 🙂
Eduardo@Andaremos
Buenas imágenes. La ciudad se ve mas limpia de lo que yo esperaba.
Me quedé con ganas de ver una foto de las barcas típicas que usaban para transportar el vino por el río.
Victor Ferrando
Hola Eduardo, esto ha sido un pequeño resumen de lo que vi en Oporto durante los dos días y medio que estuve, próximanente publicaré algunas cosas más, mostrando un poco más del aspecto decadente de la ciudad y, entre otras cosas, de un paseo por ambas orillas del Duero, en el que sí podrás ver algunas barcas 😉
Un saludo, y muchas gracias por pasar y por tu comentario!