Si nos fijamos en cualquier mapa observamos que Chile es un país estrecho, pero muy largo de norte a sur. Recorrerlo en avión cuesta varias horas. Hacerlo en coche sería un sueño que algún día cumpliré. Pero en este viaje se hizo en avión.
Para hacer el trayecto desde Santiago hasta Punta Arenas el avión despegó y aterrizó tres veces. Fue un vuelo de Sky Airlines con dos escalas y, cuanto más al sur, más miedo daba tocar tierra pues la fuerza del aire que soplaba era más fuerte y las pistas de los aeropuertos más pequeñas, o eso parecía desde dentro del avión. Sé que hubo dos escalas, y sé que una de ellas fue en Puerto Montt, pero no consigo recordar dónde fue la segunda… el caso es que finalmente el avión aterrizó en Punta Arenas y allí comenzó la segunda parte del viaje a Chile conociendo un trocito maravilloso de la Patagonia Austral.
Todo lo bonito que tiene Santiago de Chile a ras de tierra lo pierde cuando lo sobrevuelas. En Madrid lo llamamos «la boina», allí no lo sé, pero el efecto es el mismo. En una de las fotos se ve claramente una nube marrón de contaminación que cubre completamente la ciudad haciendo que, al tomar altura, no se pueda ver nítidamente la superficie. Pero lo peor es pensar que cuando estás abajo eso marrón es lo que respiras.
Un increíble viaje desde Santiago a la Patagonia sobrevolando Los Andes
Practicamente la totalidad del trayecto se realiza sobrevolando toda la Cordillera de Los Andes. Aunque en la mayoría del vuelo no se ve nada más que nubes, en ocasiones había claros en los que obligatoriamente había que mirar por la ventanilla para observar increíbles volcanes, glaciares, paisajes desérticos o pueblos que tan pronto aparecían como se ocultaban nuevamente tras las nubes. Una maravilla.
Lo que más me impresionó, por no haber visto ninguno antes más que en televisión, fueron los volcanes. Algún día me gustaría poder ver alguno a ras de tierra. Lo siguiente que más me impresionó fueron las Torres del Paine vistas desde arriba, ¡realmente increíble!
Una vez en Punta Arenas había que trasladarse a Puerto Natales, pero antes tocaba visitar una pingüinera. No os perdáis el siguiente post si queréis ver los bonitos pingüinos en su hábitat, y luego los demás del bonito viaje a la Patagonia chilena.
Indice del viaje a Chile
1 – Chile, el comienzo de todo
2 – Chile 1 – Impresiones sobre Santiago de Chile
3 – Chile 2 – Escapada a Valparaiso y Viña del Mar
4 – Chile 3 – Sobrevolando los Andes en un viaje de Santiago a la Patagonia
5 – Chile 4 – Visita a la Pingüinera Seno Otway
6 – Chile 5 – Lago Grey y Lago Pehoé
7 – Chile 6 – Parque Nacional Torres del Paine
8 – Patagonia Chilena: Detalles que no te puedes perder
9 Comments
Manolo Pérez
Solo puedo decir una palabra… Jooooderrr!!!!!
Victor Ferrando
Es una buena palabra para definir las fotos. Ya sabes, el próximo viaje con la cámara a mano en el vuelo! 😉
Any
Preciosas,,,, me traen buenos recuerdos estas imágenes. Besinos Víctor
Victor Ferrando
Gracias Ana, besos 🙂
Dany
Sin palabras… Impresionante!!
Victor Ferrando
Dany, tú que también eres un gran viajero estarás de acuerdo conmigo en que poder disfrutar de una visión así desde miles de metros de altura es una de las muchas cosas que convierte un viaje en una experiencia increible. Y como soy incapaz de dormirme en un avión, cuando puedo saco la cámara para inmortalizar las vistas 😉
Tailandia islas
Extraordinarias las fotos .Gracias por compartirlas.
Nelci Baldessari
Me gustaran la totalidad de tus fotos, tienen sensibilidad. Marzo salgo en un gelandewagen 4×4 Mercedes hacer ruta austral de punta a punta, cosa que ya lo hice 2015 casi la totalidad, pero fue un viaje muy a lo loco (rápido), cosa que ahora lo haré en solitario para desfrutar de cada lugar intensamente. A los ochenta años, lo que mas me sobra es el tiempo, por no tener compromisos de ninguna índole. Si el físico aguanta,. Saludos. Nelci
Victor Ferrando
Muchas gracias por tus palabras Nelci, me alegra mucho que te hayan gustado tanto las fotos 🙂
Me da mucha envidia tu viaje por la Carretera Austral, y que con tu edad puedas hacerlo, ojalá llegar a los ochenta años con salud como para poder hacer un viaje así, sin prisas.
Espero que lo disfrutes mucho, y tener noticias tuyas desde allí. Yo estoy deseando regresar…
¡Un saludo!